La puntualidad es un tema reiterativo. Para
algunos puede ser superfluo y hasta ocioso de analizar. A mí parecer existe una
visible resignación colectiva, en todos los ámbitos y niveles, en admitir “la
hora cubana” como una “característica” cultural y social a la que debemos
amoldarnos. Y no debe ser así.
La “resignación” es algo inherente a las
sociedades mediocres y de baja autoestima. Expresa conformismo, sumisión,
apatía y falta de entusiasmo para revertir lo negativo y pernicioso en nuestra
subsistencia.